. . fue el archipiélago;
tomas aparentemente inconexas. Pero el tiempo, al igual que se convierte en un ingrediente imprescindible en fotografía, dicta sentencia. Y, entonces, el perfil de la sombra toma forma hasta postularse como uno de los principales ingredientes de mis fotografías.
Mis fotografías, si alguna intención tienen, -que lo dudo-, son una invitación a la luz lenta, a tomar perspectiva sobre el mundo que nos rodea, a evocar el sentido que se esconde en los pequeños detalles, las pequeñas cosas y su sugerente haz de luz iluminador. Una excusa para escuchar durante un instante el pulso del silencio y parar, detenerse hasta tomar perspectiva.
A esto creo que los antiguos griegos lo llamaban «alétheia», una suerte de «desocultamiento», un ejercicio que se dota de sentido a sí mismo en el propio alumbrar. Nada que ver con ninguna intención de mostrar verdad alguna. Y menos postular que la fotografía, cualquier fotografía, pueda aportar algún realismo al uso o plantarse como testimonio de cualquier opinión.
Son regalos. Invitaciones. Sugerencias. Evocaciones. Poco más.
No existe afán alguno de trascendencia detrás de estas imágenes. Nacen tan solo con un sentido ya obsoleto de invocación y dádiva. Quizá para uno mismo.
Esta primera entrada de blog se propone como un primer paso, o como primer disparo, de un ejercicio más constante de publicaciones que se irá vertebrando a sí mismo a lo largo del tiempo. Al igual que desconozco el origen, ignoro también su destino final.
No oculto la ingente labor que supone revisar y actualizar el ya inmanejable banco de imágenes que duermen en el disco duro y en los álbumes de papel y de película. Almacén que se sigue alimentando y creciendo con el paso de los días y eventos a los que acudo. Espero que su revisión sirva para actualizar periódicamente las entradas que conformen este blog y la fuente para su publicación.
¡ Bienvenido !
joaquín rivero 