Poler . . .

El pasado día 21 de mayo, no me acuerdo cómo, me encontré con una comunicación de eventos de PhotoEspaña en la que se invitaba a fotógrafos a presentar un proyecto para participar en un taller con Tino Soriano, uno de nuestros fotógrafos más representativos de fotografía de viajes y reconocido por su larga trayectoria como colaborador de la prestigiosa revista National Geographic.

Presenté de forma inmediata este proyecto que inaugura la serie de entradas del blog con contenido dedicado. Este proyecto fue elegido para participar en dicho taller. Desde aquí mi agradecimiento a los organizadores de PhotoEspaña y a Tino por prestarme esta oportunidad para compartir este trabajo y contrastar de su mano este proyecto documental.

Las fotografías que aparecen en esta entrada son las seleccionadas por el propio Tino Soriano como las más significativas de entre las 15 presentadas.

. . . . entonces la vida. 

 – ¡ Papá ! ¡ papá ! . . . y si todos los ríos mueren en el mar  . . .  ¿por qué este río no muere? 

Porque sigue viviendo para siempre. Por eso hemos encontrado el paraíso . . . 

Y es que un paraíso natural es lo que todavía conocemos como Delta del Okavango. Un paraíso en el que perderse de la mano de los habitantes que lo pueblan en perfecta armonía con el medio. Un medio a todas luces hostil y difícil para una mente occidental acomodada y acostumbrada a no tener que vigilar constantemente a su alrededor ni temer por los inconvenientes de la vida salvaje y de la vida en la naturaleza. 

Entre los habitantes de este paraíso, un personaje que lo resume y lo define: el “poler”, o remero, conductor y responsable del movimiento de las personas y los recursos por los canales del delta, deslizando sobre sus aguas al singular “mokoro”. 

Casi se podría decir que el delta está gobernado por estos incansables hombres y mujeres y que constituyen la base de la organización de los distintos pueblos que viven en estas islas apartadas. El conocimiento de su medio, la alerta constante, la aparente ligereza con la que desplazan sus embarcaciones, la alegría en sus caras y la generosidad en sus gestos los definen como personas privilegiadas. 

Este proyecto fotográfico es un homenaje a esta estirpe de hombres y mujeres que hacen posible la vida ordenada en este rincón apartado del África Austral. 

Preside este proyecto una apuesta optimista en la conservación y protección de este medio natural donde todavía es posible encontrar un sistema económico, social y cultural en plena convivencia con el mundo salvaje. 

Este proyecto es un mensaje de esperanza para nuestros hijos. 

Papá, entonces ¿qué cosas pasan en un paraíso? 

. . .  entonces la vida, hijo, la vida. 

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Las fotografías que componen este proyecto fueron tomadas durante el mes de agosto de 2018 en el entorno de Chiefs Island, Botswana. 

En diciembre de 2018 se firmó un Memorandum of Understanding (MoU) entre las tres administraciones de la República de Angola, Botswana y Namibia junto a The Nature Conservancy para promocionar la protección conjunta de este sistema fluvial, su desarrollo sostenible y la conservación de su biodiversidad. 

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1. Aves al paso. Garza gris. Proximidades de Maun. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
2. Trompa de elefante arrancando la hierba fresca del lecho del río Okavango. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
3, Búfalo escondido a la sombra en la orilla del río Okavango. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
4. Poler al amanecer. Río Okavango. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
5, Poler sobre el río Okavango.  Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
6. Polers reteniendo la expedición para dejar paso a una manada de elefantes.  Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
7. Mokoro. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
8. Vara de empuje del mokoro. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
9. Polers. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero
10, Poler al atardecer. Botswana. 2018. © Joaquín Rivero

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